Con una procesión dentro de los terrenos de la escuela, se dio inicio a la Semana Santa, momento en el que celebramos el Domingo de Ramos, junto a nuestros alumnos, profesores y personal en general.

Durante este  caminar cada curso siguió, respetuosamente, a Jesús, quien era rodeado por hojas de palma y acompañado por un burrito, rememorando su entrada a Jerusalén. El andar culminó al llegar al gimnasio de la escuela, donde pasaron primero todos los cursos para poder recibir entre aplausos, en un triunfo popular,  a Jesús. 

Allí la coordinadora pastoral, Maria Teresa Delgado, pidió a cada delegado pastoral sostener un ramo frente a sus compañeros y repetir las palabras “Oh Dios de toda vida: Venimos hoy ante ti con ramos verdes, símbolos de vida y juventud, y símbolos de Jesús…”

para terminar reflexionando “¿Queremos ser como él?” 

Así se empezó a tejer el devenir de esta Semana Santa, buscando  acercar a Jesús a nuestras vidas, comprendiendo que “todos tenemos días de felicidad gloriosa, de éxito, de alegría, pero también días tristes de contradicción y de fracaso” fueron las palabras expresadas para buscar empatía entre nuestras vidas y la vida que Jesús.